Si me preguntas cómo te diré A mi manera, así es como quiero vivir la vida.
Sin mayor pretensión que la de ser fiel a mi mismo, sabiendo que me haré grande y llevaré conmigo millones de historias acumuladas, risas, alegrías, aprendizajes, caídas, subidas y bajadas, pero todo ello vivido A mi manera.
Quiero sumar años sabiendo que me comí el mundo, que entendí que la vida de momento es una y que no hay tiempo que desperdiciar. Que no hay miedo tan grande que deba paralizarnos, que las renuncias no deben significar una pérdida y que el coraje te hace crecer.
Llegar a grande orgulloso de la constancia y vitalidad con la que afronté cada paso. Mayor, pero con mil anécdotas inolvidables que componen una vida plena.
Lejos de la mediocridad, habiendo vivido de una manera única y peculiar, la mía propia. Habiendo escuchado al mejor de los maestros: la intuición.
Que la madurez sea el reflejo de un aprendizaje auténtico, a base de aciertos y desaciertos pero que al final estuvieron ahí por alguna razón.
Con la mente abierta y el corazón lleno, la mochila repleta de viajes y la mirada serena.
Grande, habiendo visto la mejor parte de cada etapa; optimista ante la adversidad y con la mayor empatía hacia las personas.
Habiendo amado de una manera intensa y sincera. Habiendo tomado decisiones que hicieron que otros me llamasen loco.
En definitiva, habiendo vivido sin conocer jamás fronteras.